martes, 23 de abril de 2013

La Antesala de la recordación del Día del Libro Paraguayo

 Imagen: www.20minutos.es


En el año 1995, luego de la promulgación de UNESCO, el 23 de abril pasa a ser el "Día mundial del libro y del Derecho de Autor".
La Cámara Oficial del Libro de Barcelona celebró la primera Feria del libro el 7 de octubre de 1926. Fue entonces que la propuesta de celebrar un día dedicado a los libros del escritor valenciano,Vicent Clavel Andrés, comenzó a tomar forma.
Cuatro año después, por cuestiones climáticas, la feria se traslada al día 23 del cuarto mes del año. Fecha que coincide con el aniversario de la muerte de dos grandes escritores universales: Miguel de Cervantes y William Shakespeare.
En Barcelona, la nueva fecha coincidía con la antigua tradición de regalar una rosa a la mujeres amada que, según algunos autores, se realizaba en honor a San Jorge, patrón de Cataluña. A esta costumbre se le sumó la de regalar un libro a los hombres.
En nuestro país, este día es la antesala de la recordación del Día del Libro Paraguayo del 25 de junio, instaurada por el MEC en 1980. Fecha en la que se recuerda al historiador paraguayo Ruy Díaz de Guzmán. Quién culminó el primer libro de autoría nacional titulado “Anales del descubrimiento, población y conquistas del Río de la Plata”.

jueves, 11 de abril de 2013

Esclavitud laboral de tiempos modernos

Cuando la permanencia en un puesto de trabajo te roba la libertad…
Muchos dicen que la esclavitud fue problema de otros tiempos, que ya ha sido superada. Recordemos que a mediados del siglo. XIX, durante el mandato de Carlos Antonio López, se consagró la Libertad de Vientres en nuestro país. Por ende, muchos dirían que ya no existe. Sin embargo, este mal persiste en la actualidad, solo ha mutado, se lo ha disfrazado de diversas maneras.

Varias son las formas de quitarle a una persona su libertad. Una de esas formas es a través del aspecto laboral. Una persona que necesita trabajar y que por ello se ve obligada a aceptar cualquier oferta, aun cuando no se le ofrezcan garantías, no goza de libertad.

Foto: arrasopordondepaso.wordpress.com

Y este es de apenas el caso más visible de la esclavitud laboral de los tiempos modernos. Hay otras formas más sutiles, pero, no por ello, menos injustas.

Numerosos profesionales por desidia del destino se cruzan con jefes posesivos. Aquellos que al darse cuenta de la capacidad de sus subalternos los quieren amarrar como sea. El conflicto se genera cuando estos profesionales se hallan confinados a cumplir órdenes mediocres. Y esto empeora cuando los mismos reciben una mejor propuesta laboral, aquella que esperaban hace tiempo, en el área que les gusta y para lo que son buenos.

El empleado comienza a despertarse. Se da cuenta que ningún dinero del mundo le repondrá el tiempo que se le esfuma en una oficina en la que no quiere estar. Le entran unas ansias de agarrar lo bueno que le ofrecen. Es más, se siente capaz y merecedor de lo otro. Ve que es su oportunidad de crecer y que a partir de allí se le abrirán otras puertas.

Surgen en ese momento dos luchas. Una con el jefe que se niega a soltarlo y busca la manera de quitarle la oportunidad, objetivo que, en un 99% de los casos, lo logra por la influencia que tienen debido a su cargo.

La otra es la lucha interna. Ese deseo de decidir por su futuro, de querer elegir su camino. Al no conseguirlo, le ahogan las ganas de tirarlo todo por la borda. Pero he aquí la realidad. No puede hacerlo por cuestiones económicas. Las cuentas, las obligaciones seguirán allí y atacarán al final del mes.

Y entonces pregunto, ¿Acaso la permanencia en su puesto de trabajo no le está robando a esa persona su libertad? Esclavitud laboral de los tiempos modernos, nada más.